Los recuerdos de Rodolfo Rodríguez “El Pana”.
Los recuerdos de Rodolfo Rodríguez “El Pana”.
Gustavo Herrera
El hablar de una figura en la fiesta de los toros en México como lo fue Rodolfo Rodríguez “El Pana” es difícil y más aún escribir de él.
La primera vez que lo conocí y digo “conocerlo” vestido de torero, fue cuando tenía como 8 o 9 años de edad y asistí con mis padres y tíos a una corrida de toros donde él partía plaza en la legendaria “Williulfo González” muy cerca del extinto campo de béisbol “Fabián Domínguez” en Apizaco donde hoy se encuentra una sucursal de un conocido supermercado.
Esa tarde, aun lo recuerdo, la plaza estaba a reventar y la gente aplaudía a un personaje vestido de luces con un imán tan grande que conectaba desde el ruedo con los aficionados que estaban en los tendidos de sol y de sombra, después me entere que el torero era “El Pana”; de los matadores con quien alternaba no los recuerdo.
De ahí al ver su gallardía y toque distinto a los demás comencé a verlo en carteles con mucha frecuencia después me entere que era de Apizaco y mi afición comenzó a crecer por el modo de lidiar frente a un toro y mi padre lo mencionaba cuando se transmitían las corridas por televisión con un agrado enorme, también era su seguidor.
Años después cuando comencé a hacer mis “pininos” en esta profesión descubrí que este personaje era del agrado del público y era catalogado como un fuera de serie.
Más tarde de la mano de mi maestro Gabriel Reyes Labra quien hasta la fecha es productor de programas taurinos en la televisión de Tlaxcala seguimos su carrera taurina, muchos de ellos programas grabados para transmitir más tardes de este torero que forjo su camino en base a la lucha y el tesón de ser figura.
El recuerdo también llega a mi mente cuando visitamos el “Museo Taurino” en Huamantla donde en un mural aparecía con otros toreros de la época, ahí estaban inmortalizados “El Callao”, “El Zapata”, Rafael Ortega y muchos más que a mi corta edad no los había visto torear.
Mucho tiempo después, otro de mis maestros como lo es el periodista Fabián Robles Medrano me comentó que preparaba un libro del maestro titulado “La desgracia del Triunfo” donde me pidió participar con fotografías corría el año del 2013 con un tiraje de más de 500 ejemplares.
Ahí se narraban muchas anécdotas de su vida y la oportunidad de participar no se pensó dos veces y fueron impresas tres fotografías del llamado “el último romántico del toreo”.
Hoy con su muerte deja un legado enorme de chavales que les dio la oportunidad de alternar con él y que siguieron viendo a un ídolo de carne y hueso con su peculiar estilo, la emoción de cada tarde vestido de luces era con el ánimo de verlo triunfar, unas tardes se llevó las palmas del respetable público y en otras no llegaba a mas, pero existía la fuerza de su nombre que hacía que la gente acudiera a la taquilla a comprar su boleto.
Fue en una tarde en la Plaza México cuando a través de la transición de la temporada grande por televisión veía como el siete de enero del 2015 el triunfo anhelado llego con “Rey Mago” casi en el ocaso de su carrera.
Con su percance del pasado 1 de mayo cuando toreaba en Lerdo, Durango el daño llego a más y su corazón no aguanto.
Termina la carrera de un ídolo y comienza la leyenda de “El Pana”.