LOS DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO ANTE LA UNIÓN EUROPEA
LOS DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO ANTE LA UNIÓN EUROPEA
Senadora Adriana Dávila Fernández
Hace unos días se realizó en Bruselas, Bélgica, la II Cumbre de Jefes de Estados Latinoamericanos y Caribeños con la Unión Europea, CELAC-UE y la VII Cumbre México-UE, bajo el tema «Construyendo nuestro futuro común: trabajando para conseguir sociedades más prósperas, cohesionadas y sostenibles para nuestros ciudadanos».
Entre otros aspectos, la finalidad de esta reunión era robustecer la alianza birregional y los desafíos globales a los que se enfrentarán ambas partes después del 2015, en la próxima Conferencia del 2021 sobre el Cambio Climático (COP) en París, y en el 2016, en el debate sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS).
Prevaleció la modernización y renovación del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea, en tres ejes fundamentales: concertación política; cooperación y condiciones de comercio e inversión, y comercio electrónico, facilitación comercial, energía y desarrollo sustentable.
Sobre el respeto a los derechos humanos, el estado de derecho y la democracia en nuestro país, se esperaba un posicionamiento más serio, y en vez de abordar estos rubros de manera detallada, se diluyó al considerar que la asociación bilateral “…está basada en valores compartidos…” Si en México existe un diagnóstico sobre lo que sucede en este rubro, ¿por qué no se enunciaron esos valores compartidos?
Aunque el Ejecutivo aseguró “…que el de los derechos humanos es un tema “de mayor prioridad” para su gobierno…”, y haya resaltado que los nuevos mecanismos legales otorgan mayores garantías, como la Ley General de Víctimas o el programa para la defensa de los derechos humanos, las acciones del gobierno mexicano no han sido suficientes, como muchos organismos internacionales, incluida la Organización de las Naciones Unidas que en su informe anual presentado en este año, lo han señalado al denunciar graves violaciones que en esta materia se cometen en México, como los vínculos entre el crimen organizado con algunos sectores de las fuerzas de seguridad y autoridades.
La Unión Europea (UE), por su parte, debe dar seguimiento a los compromisos acordados por el gobierno mexicano en el Diálogo de Alto Nivel de Derechos Humanos, celebrado el pasado 16 de abril.
Aún hay pendientes por resolver, como lo es la situación de los migrantes o los niños migrantes que viajan solos, los salarios justos a los jornaleros de San Quintín, la ley en materia de trata de personas que debe discutirse en el Senado de la República, las desapariciones forzadas, el caso Ayotzinapa, la explotación laboral infantil, entre otros.
Nuestro deber, como legisladores, es verificar que se lleven a cabo los acuerdos internacionales de los que México forma parte, así como aquellos que en materia de derechos humanos el Poder Ejecutivo se ha comprometido a atender. Hay largo camino que recorrer.